Por lo general, el desgarro muscular ocurre durante el ejercicio o las actividades deportivas, como por ejemplo con el desgarro de gemelo. También puede ocurrir al levantar objetos pesados, que puede dar un tirón muscular de espalda o desgarro muscular de brazo.
Si has sufrido un desgarro muscular leve (de primer grado) puedes tener la zona sensible y el músculo tenso. Con un desgarro leve, quizás puedas continuar con tus actividades.
Con los desgarros musculares más graves (es el desgarro muscular de grado 2 y de tercer grado) es más fácil saber si se tiene un desgarro muscular, ya que causan un dolor muscular considerable. Cuando hay un desgarro muscular se siente que el músculo se está más rígido y se inflama la zona que rodea la lesión. El dolor empeora con el movimiento, por lo que te impedirá continuar con tus actividades. Incluso puedes tener algunos moretones alrededor de la zona lesionada.
En nuestra clínica, valoramos la satisfacción de nuestros pacientes y trabajamos arduamente para ofrecerles el mejor cuidado posible. A continuación, dejamos algunos de los comentarios que nuestros pacientes han compartido acerca de su experiencia.